El Gobierno está trabajando en una nueva subida del impuesto que grava los carburantes para estimular sus ingresos fiscales y cumplir con el objetivo de déficit impuesto por Bruselas.
Estos productos han sido durante la crisis un recurso muy utilizado por la Agencia Tributaria y las haciendas autonómicas para impulsar su recaudación. Sólo desde el año 2009 los impuestos han elevado el coste de un litro de gasolina en 15 céntimos y el de gasóleo en 12, según se desprende la estadística de carburantes que confecciona la Unión Europea.
En España un litro de gasolina cuesta de media alrededor de 1,16 euros, mientras que el de gasóleo presenta una fuerte rebaja de 12 céntimos y puede adquirirse por 1,04 euros. Más de la mitad de este precio está vinculado a diferentes impuestos que, en su conjunto, han subido un 29% durante la crisis.

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